5/5/13

Ante el dolor de lo demás

Susan Sontag

Sobre el texto de Sontag, he conseguido extraer las siguientes ideas:

- La historia nos demuestra como la fotografía de guerra ha tenido en sus inicios una idea reiterada de ser testigo de las desgracias que ocasionan los conflictos bélicos con el fin de crear argumentos en contra de cualquier acción belicista  Pero también es cierto que la guerra es, en sí misma, ya destructiva y un argumento en contra de ésta verdad solo es aceptada por aquellos que creen que la violencia es algo que no se puede justificar.


- Ante ésta incomprensión, algunos pensaron que si el horror de la guerra pudiese hacerse cercano y vivido a las gentes acomodadas, éstas podrían entender la atrocidad que suponen los actos belicistas. Es ésta la misión de la fotografía y los medios de comunicación hacer vivido conflictos que pasan fuera de nuestras fronteras. Aunque en nuestro caso nos interesa más la fotografía porque es aquella capaz de retenerse con mayor facilitad en la mente.

- Con la aparición de la fotografía instantánea las imágenes fueron capaces de apresar el instante de una muerte en el acto, pero el uso de éstas imágenes en ocasiones nos tocan superficialmente, en la mayoría de ocasiones la intención del fotógrafo no determina la significación de la imagen si no que su sentido y significación es impulsado por los caprichos y lealtades de diversas comunidades que le encuentran utilidad. Con ésto decimos que en lugar de denunciar, en algunos casos se convierten en cuadros al servicio de la causa del país que sirven, con lo que la objetividad y el testimonio de verdad se diluyen bajo el sentido que cada individuo le da por su cultura o por su adiestramiento bajo la bandera del país que representa.

- Sobre el tema del sufrimiento de las imágenes, se habla del canónico tema en el mundo del arte que es el sufrimiento humano. Puede mirarse o ignorarse. Puede que a principio del Siglo XX éstas imágenes fuera mucho más perturbadoras porque tocaban temas cercanos, pero en la actualidad en los países desarrollados , las duras imágenes de guerra protagonizadas por personas de razas exóticas y ambientes pobres se nos presentan como tragedias inevitables y con las que nos cuesta más empatizar. Con esto quiere decirnos como nos conmocionan más las imágenes cuando las víctimas son personas de países civilizados que cuando son personas extranjeras de rasgos exóticos y ambientes pobres.

- También es criticada la belleza en las imágenes de guerra como un acto cruel. Una imagen sobre la guerra ha de ser sobria y testimonial, objetiva, las fotografías bellas desvían la atención del asunto, por lo que ponen en entredicho el carácter documental de la imagen.

- Ante el asalto continuo de imágenes agresivas se plantea la pregunta de si la conmoción de las imágenes tiene fecha de caducidad. Por ejemplo, ¿nos seguirán conmocionando las imágenes cancerígenas de las cajas de tabaco cuando nos hayamos acostumbrado a ellas?. Lo cierto es que la conmoción puede volverse corriente, o se puede simplemente no mirar. Algunas personas han aprendido a habituarse al horror de imágenes determinadas.

- Al final éstas imágenes se han convertido más que en un deseo de querer cambiar las situaciones bélicas en una especie de memoria colectiva, pero hasta ésto está intervenido, ya que se nos hace recordar aquellas imágenes que no minen nuestra estabilidad social. Se nos recuerdan atrocidades que no han de repetirse pero no se nos hace conscientes de otras imágenes u otros acontecimientos que salidos a la luz podrían repercutir seriamente la paz social de las comunidades desarrolladas. Es el caso de Estados Unidos, los cuales se empeñan en incentivar que el mal se encuentra allá y que es algo externo, que ellos no son los causantes, cuando sin ir más lejos ellos mismos fueron comerciantes de esclavos y es un tema que nadie saca a relucir.

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