13/4/13

Entre la ilusión de lo real y la memoria

Evgen Bavcar

El fotógrafo Evgen Bavcar se considera así mismo un "mirón absoluto", ésta afirmación es irónica pues debemos saber que Bavcar es completamente ciego desde los once años. El desarrollo de su mirara la describe tal y como fueron los inicios técnicos de la fotografía del siglo XIX, que el compara con el juego de luz y tinieblas del conocido mito de la caverna de platón.

Así la fotografía reside desde el interior de la cámara oscura de su mirada, no existe pues físicamente, su trabajo consiste en hacer surgir las imágenes de la más absoluta oscuridad y no de la luz. Haciendo alusión la visión de su "tercer ojo".


"Cada fotografía expresa, con el resultado de su trabajo, una gran nostalgia de los lugares y del tiempo perdido y, al mismo tiempo, debe comprender cada retrato, por ejemplo, como duelo hacia una persona que ya no está, que ha muerto en la complicidad del aquí y el ahora del acto fotográfico."

Para Bavcar no existe un reconocimiento del referente fotografiado, no es una mirada de reconocimiento al mundo, por lo que no es de extrañar que sus imágenes partan de un acto preconcebido, imaginado, no existe un trozo de realidad que se quiera arrancar. No partimos de una idea Bressoniana de Diana ante el mundo, de capturar el instante, El no es operador, fotografía lo que no puede ver en un intento por descubrir la espiritualidad y el sentido de la existencia que no puede capturar por medio de sus ojos.

Es importante la idea particular que tiene de concebir la fotografía como un acto no inmediato y anacrónico en el que el fotógrafo no conoce lo que ha fotografiado hasta que no ha pasado un intervalo de tiempo que antiguamente comprendían el proceso de revelado y positivado de la imagen. Estos tiempos entre la toma y la imagen final son de vital importancia pues Bavcar expresa que el consumo inmediato de la imagen fotografiada en ésta era digital borra la huella del sujeto.

La técnica a impuesto la mirada del fotógrafo a la inmediatez y no a la meditación de lo que se verá. Saciamos rápidamente el alimento que fotografiamos sin madurarlo y sin valorar o pensar en lo que significará para nosotros la futura imagen latente. Entiendo ésto como decir que la cámara digital está acabando con la mirada del fotógrafo, siendo el medio técnico y automático generador de imágenes propias que han eliminado completamente la vinculación entre el fotógrafo y el objeto representado.

"Cada objeto de nuestro mundo nos mira expresando precisamente la relación Sujeto-objeto. Es necesario preguntase ¿qué es lo que nos mira en éste mundo?", " El fotógrafo actual hay perdido cada vez más su subjetividad, proporcionalmente a la pérdida del objeto de su deseo, es decir, la cosa fotografiada."

Es necesario pues en la actualidad liberarse de la inmediatez y parte efímera de la fotografía. Volver a lo esencial en ella, no precipitarse, pensar lo que uno hace sin ser precoz ante los avances técnicos, solo así conseguiremos transmitir una parte de nosotros en las imágenes, sólo así evitaremos ahogarnos en nuestro propio reflejo.

"El día que no seamos más que espejos enfrentándose, estaremos con toda seguridad muertos."

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